Ojo con la sobreprotección de los hijos
Las causas por las cuales los padres sobreprotegen a sus hijos pueden ser múltiples; temores propios o inseguridades que arrastran desde sus propias historias, aprehensiones, expectativas altas que quieren imponer sobre ellos y así, podríamos seguir… Las consecuencias en los hijos? Son casi siempre las mismas, niños inseguros, tímidos, dependientes, incapaces de decidir por sí mismos, ansiosos y angustiados.
Desde dónde viene esta sobreprotección o hiperparentalidad? Lo que vemos en la consulta a diario, es que es desde el deseo de entregar lo mejor a los hijos y desde el deseo utópico de ser los SuperPadres.
En la sobreprotección hay padres que te quieren demasiado pero tanto, que ahogan! Madres y padres que ven la vida de sus hijos como la prolongación de sus propias vidas o que ven en la vida de sus hijos la oportunidad de hacer lo que ellos no pudieron hacer en sus vidas mismas. Querer lo mejor para los hijos, evidentemente no está mal, sin embargo, hay que saber entender qué es, estar entregando lo mejor.
La sobreprotección coarta las acciones y movimientos naturales de los niños porque en la sobre atención, en el hiper cuidado que pones sobre ellos, les estas impidiendo ser como ellos naturalmente quieren ser. Se sienten súper-vigilados y también limitados, porque OJO que el mensaje que ellos reciben no es el mismo que los padres creen que están transmitiendo, ellos piensan “mis padres necesitan estar encima de mí permanentemente, porque yo no me las puedo solo, no tengo los suficientes recursos ni habilidades para vérmelas por mí mismo. Y esto, da como resultado un auto concepto errado de sí mismo y un autoestima baja. Cuando son pequeños las dificultades no son tan fáciles de detectar pero a medida que van creciendo, llegan a la pubertad y adolescencia y como es una etapa en donde la tendencia innata es hacia el logro de mayor autonomía comienzan a manifestarse los conflictos. Los chicos experimentan dificultad en la toma de decisiones, frustración de no poder llevar a cabo sus propios deseos y la culpa de no cumplir con las expectativas de sus padres.
Deja que tus hijos exploren, se equivoquen y que puedan aprender de sus errores, deja que crezcan separados de ti como INDIVIDUOS que son, déjalos que piensen y hagan por si solos, NO LES ORGANICES SU VIDA y aprende a diferenciar tus temores de padre del deseo de entregarles lo mejor.